AEROPUERTO: LA PRIMERA EN LA FRENTE... DEL TURISTA

Sucedió el domingo, día de inusual actividad en nuestro infrautilizado aeropuerto de San Pablo -visto que lo de Sevilla-Doñana no prosperó- a media tarde, cuando coincidieron dos vuelos charter procedentes de Estambul. En las cintas de recogida de equipaje cada vuelo tenía asignada una, con sus respectivos indicativos (PGT y FHY) en las pantallas, pero a la desacostumbrada premiosidad con que salieron las maletas se unió la desorganización de que "alguien" debió confundir las carretas o las cintas y las maletas de ambos vuelos salían por cualquier cinta con el consiguiente revuelo y desorganización.
Luego, en la calle, la suciedad acostumbrada junto a la parada de taxis y unos no muy honrosos carteles en los que se llamaba "cabrón" al jefe de la Policía Local aprovechando la rima de su apellido. Nadie se había tomado la molestia de arrancarlo del tablón de anuncios de la parada de taxis donde se relacionan los municipios de Sevilla, Huelva y Cádiz que un grupo de turistas chinos había confundido con una relación de hoteles de la capital, entre otras cosas, porque no hay ningún cartel que avise de qué va aquella retahíla de nombres.
Y, ya en el taxi, la más que usual picaresca de impedir que cuatro usuarios con cuatro bultos viajen en un vehículo o la de quedarse con el cambio de 22 céntimos correspondiente a los 20,78 euros en que está marcada la carrera a cualquier punto de la ciudad en festivo.
Todo como un anticipo del trato que le espera al turista a Sevilla, para que se vaya enterando.