CONFLICTO DEL TAXI: QUIEN LE PONE EL CASCABEL AL GATO

Los visitantes que ayer hubieran de tomar un taxi para desplazarse hasta el aeropuerto o la estación del AVE se sentirán sencillamente indignados ante la huelga salvaje del sector del taxi, que dejó sin un solo coche a la ciudad durante toda la tarde-noche del Domingo de Ramos. La pésima actuación del gobierno municipal, anunciando el cierre total de la Avenida sin haberlo consensuado previamente con los sectores afectados, no justifica el fundamentalismo de este gremio, que cuando no deja el aeropuerto sin servicio y revienta las ruedas del autobús de línea se dedica a tirar huevos y tomates a hoteles... Ya está bien. Un servicio público no puede quedar al socaire de lo que le plazca a este sector. Pero, claro, ¿quién le pone el cascabel al gato? Lo intentó el concejal Blas Ballesteros y así le fue. Una ciudad que dice apostar por el turismo no puede permitirse el lujo de tirar por tierra toda su promoción por no disponer de taxis. Mientras los sevillanos y los turistas sufrían en sus carnes el boicot del taxi, el que puede arreglar el desaguisado -nuestro alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín- prefería estar con la vara delante de La Hiniesta. Eso es preocuparse por los problemas de sus conciudadanos. Sí, señor.