SAN PABLO: ¿UN AEROPUERTO DE SEGUNDA?

Dos noticias coincidentes en el tiempo vienen a oscurecer el idílico panorama que se había instalado en el aeropuerto de San Pablo, cuyo tráfico viene registrando importantes crecimientos en los últimos años. La decisión de British Airways de cancelar su vuelo directo a Londres con el cambio de temporada y la determinación de Iberia de traspasar a su filial de bajo coste (Clickair) los vuelos entre Sevilla y Barcelona y París inauguran una peligrosa tendencia que amenaza con convertir a San Pablo en un aeródromo de segunda categoría. El desembarco de Ryanair en el corredor con Londres ha dado la vuelta como un calcetín al tráfico en esta línea y prácticamente ha expulsado a la compañía de bandera británica. Es de esperar que Iberia no coja también las de Villadiego en la ruta con la capital inglesa a la luz de los espectaculares registros de la aerolínea de bajo coste irlandesa. Y contra la ley de la oferta y la demanda poco se puede hacer. No tiene razón Antonio Távora cuando acusa a las administraciones de alentar la llegada de las compañías baratas. Al consorcio Turismo de Sevilla y a Prodetur (antes Turismo de la Provincia) se le podrán reprochar muchas cosas, pero en modo alguno se les puede hacer responsables de una decisión tomada exclusivamente desde la óptica empresarial. Tendría razón Távora si el Ayuntamiento y la Diputación hubieran picado el 'anzuelo' de Ryanair, que, a cambio de asegurar la apertura de una serie de rutas, exigía una tasa por pasajero transportado. Ryanair arrasa y British Airways se va. Pero mucho nos tememos que no será la última aerolínea tradicional que borrará su nombre de los paneles de San Pablo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario