jueves, 18 de septiembre de 2008

MANUEL REY: MÁS SOMBRAS QUE LUCES EN SU GESTIÓN (I)

¿Se han creado nuevos atractivos turísticos? ¿El destino está mejor preparado que otros para hacer frente a la crisis económica y a la previsible bajada de visitantes? ¿Se han puesto los cimientos para el futuro? ¿Cuáles siguen siendo las principales asignaturas pendientes? El Viajero hace su particular balance de la etapa de Manuel Rey al frente de la gerencia del consorcio Turismo de Sevilla y recuerda los grandes retos a los que tendrá que enfrentarse su sucesor en el cargo.


*NUEVOS ATRACTIVOS: Rey deja el consorcio en plena ejecución del Plan de Desarrollo Turístico de Sevilla, cofinanciado al 60% por la Junta de Andalucía y que pivota en torno al aprovechamiento del río. Su terminación permitirá a Sevilla ampliar su oferta –ya está operativo el centro de interpretación de la Exposición de 1929 en el Costurero de la Reina- y disponer de nuevas infraestructuras turísticas, como el Museo de la Cerámica en Triana o un centro de atención al visitante en el antiguo pabellón de Argentina del 29. Es justo reconocer que fue tras la llegada de Manuel Rey al consorcio cuando el alcalde Monteseirín anunció que se iba a pedir al Gobierno un Plan de Dinamización Turística para relanzar el destino, con lo que no hay que quitarle méritos al ya ex gerente a la hora de repartir la paternidad del proyecto. De todas formas, lo que se ejecuta nada tiene que ver con lo proyectado inicialmente. Rey presentó un esbozo a la Consejería de Turismo y Deporte bajo la etapa del PA, para que la Junta a su vez lo tramitara ante el Gobierno, que tenía la Plaza de España como leit motiv de la intervención. Aquella actuación iba a ser el detonante para solicitar a la Unesco la declaración del Parque de María Luisa como Patrimonio de la Humanidad. Utilizando el argot taurino, la Consejería de Turismo devolvió a los corrales el proyecto por falta de trapío. Fue entonces cuando Antonio Muñoz sugirió la conveniencia de aprovechar el potencial el río, lo que se plasmó en el proyecto actualmente en ejecución. En un ejercicio de miopía, Manuel Rey no se ha volcado en el plan hasta hace muy poco, quizá ‘rebotado’ por no haber podido controlar su ejecución: la Junta puso como condición que el control corría por su cuenta y no por parte del Ayuntamiento. Por lo demás, Sevilla sigue a día de hoy prácticamente con los mismos atractivos que cuando llegó Rey al cargo. No se ha logrado aún ampliar el eje turístico Catedral-Alcázar y apenas se han creado programas para alentar la llegada de visitantes. La gran asignatura pendiente es la temporada estival. La propuesta ‘Sevilla en verano’ ha sido un fracaso monumental, acaso debido a la escasa antelación con que se ha comercializado el producto.


*EQUIPO: Se le podrán criticar a Manuel Rey decisiones fallidas o falta de valentía para ejecutar proyectos de calado, pero no que no haya trabajado en equipo. A diferencia de su predecesor en el cargo, Gerardo Quintana, Rey delegó funciones en Juan José Domínguez y Javier Torres Morote, su particular ‘guardia pretoriana’ en estos años. Ello permitió salvar el cuello de botella que caracterizaron los últimos años de Quintana, empecinado en llevar personalmente todos los asuntos por insignificantes que fueran.


*DIÁLOGO: Tampoco se le puede recriminar a Rey que no haya habido diálogo y buen clima con los distintos subsectores turísticos, con los que el Ayuntamiento ha tratado de trabajar codo con codo en estos últimos años. Claro que no falta quien piensa que esa estrategia de acercamiento y de sensibilidad con las demandas de los profesionales –ora subvenciona un barco a propuesta de los hoteleros, ora patrocina una jornada de los agentes de viaje, ora concede subvenciones a las pymes turísticas…- era una forma de amordazar al sector con el velo de la corresponsabilidad y de evitar posteriores críticas a la gestión.

Mañana, segunda y última entrega.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante analisis

Anónimo dijo...

lo más triste es que ni tenemos nada más que ofrecer ni se le espera

 
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