viernes, 27 de marzo de 2009

'COCINA MODERNA' EN LA REAPERTURA DEL MELIÁ COLÓN: MARCHANDO UNAS TAPITAS DE CHORIZO Y SALCHICHÓN

La fiesta con la que se celebró el jueves la reapertura del Hotel Meliá Colón dejó, nunca mejor dicho, un mal sabor de boca a muchos de los invitados. Existe unanimidad en la vistosa puesta en escena diseñada por los organizadores, pero bien diferente resultó el contenido del cóctel ofrecido a los asistentes. De un establecimiento cuya dirección gastronómica corre a cargo de Dani García se esperaba algo más que tapitas de chorizo y salchichón, salvo que algún gurú de la nueva cocina me convenza de lo contrario. "Todo fue muy cutre, muy cutre...", sopla a este blog un invitado que confiesa haberse dirigido tras el cóctel al cercano Bar Donald ante el escaso trapío de las viandas. Tampoco tiene desperdicio el siguiente comentario: "En vez de Dani García vino Dani Revilla", en irónica alusión a los embutidos servidos. Criticado igualmente ha sido que los asistentes estuvieran casi dos horas de pie en el interior del establecimiento mientras las autoridades, la propiedad y los representantes de la cadena que explota el hotel procedían a la reinauguración en el exterior; o el hecho de que los Escarrer reservaran un salón privado para sus invitados más íntimos. Esperemos que estoy haya sido excepción en un hotel en el que todo el mundo tiene depositadas las esperanzas para que sea una competencia real del Alfonso XIII.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

yo estuve en la inauguración y fue un error, no se puede tener a cientos de invitados pasando calor y de pie durante horas con sólo chorizo, salchichón y chupitos de pulpo. quizá lo que se pretendía era que todos nos quedáramos con el cuerpecito delgadito de las celebrities que por allí andaban. mucho debe mejorar un cinco lujo

Anónimo dijo...

Mensaje destinado al gran Enrique Becerra. Comulgo con las tesis de Santamaria pero no pude acudir a la charla que dio en el Antares hace unos dias. ¿Puedes deleitarnos a los asiduos de este blog con unas pinceladitas de lo que conto Santi en ese foro? Te quedaria 'molto' agradecido.

Anónimo dijo...

Querido Anónimo de las 10:56:

Imaginarás el honor que supuso para mí presentar tan importante personaje. No lo conocía en persona, así que almorzamos juntos en mi restaurante, luego escuché su conferencia y, a continuación participé en la posterior cena-coloquio en Antares.

No te voy a contar --os voy a contar-- toda la película ni a hacer una crónica exahustiva de la conferencia, sino que os resumiré mis impresiones. Lo que Santi Santamaría me transmitió.

Primero: es un gran cocinero, por eso tiene siete estrellas Michelín (ocho según él, pues la primera es Àngels, su mujer).

Segundo: es un importante empresario, pues da trabajo y enseña el oficio (recalcó lo de oficio) a muchas decenas de personas.

Tercero: Defiende la alta cocina. Lo que no defiende es el abuso de la técnica frente a la materia prima.

Cuarto: Sigue opinando que la Michelín es la guía más objetiva que existe, especialmente por la forma de puntuar.

Quinto: Nos dijo que iba a hablarnos de la crisis, pero no se refería a la económica, sino a la de ideas que --según él-- padece la alta restauración, que ha tomado un camino vertiginoso hacia el esnobismo y la globalización en detrimento de la calidad de la materia prima y lo local.

Sexto: Volvió a hacer hincapié en el abuso de sustancias potencialmente peligrosas en las cocinas de los restaurantes de élite y pidió que --al igual que en la alimentación-- en las cartas de nuestros locales aparezcan citadas esas sustancias y la cantidad de ellas que se usa en cada receta, amén de que en las escuelas de hostelería se cree una asignatura específica sobre ellas.

Séptimo: Nos habló de "burbuja gastronómica" para definir la irrealidad de muchas recetas y tendencias actuales.

¿Mis conclusiones?
Que Santi es un genio que, en su interior, hay veces que se cuestiona su pertenencia al "sistema". Que --como dije públicamente-- hay una generación de cocineros a la que no se le ha dicho toda la verdad y que, cuando sufran las consecuencias, van a pedir explicaciones y a ver que coj... se le va a decir entonces. Y que, a pesar de la importancia del personaje como cocinero y como empresario, allí no había nadie de la "oficialidad" de ambos sectores. En realidad es que no había nadie de ninguna "oficialidad". Eso sí: lleno a reventar y palmas echando humo.

Y, cambiando de tema, a pesar del fiasco que contáis sobre la inauguración del Colón, sigo apostando por el actual Burladero; un poco de paciencia, que lleva un mes escaso abierto y todos los principios son duros.

Enrique Becerra dijo...

Que no sé qué me ha pasado que ha salido como anónimo el comentario anterior.

A ver ahora...

Enrique Becerra.

Anónimo dijo...

Querido Enrique, soy el anónimo de las 10.56. Muchísimas gracias por tan detallada cronica a vuelapluma sobre la conferencia de Santi Santamaria. Cuánta razón tiene el catalán, amigo.

Un fuerte abrazo

Aizcolari dijo...

Enrique, como siempre gracias por tus aportaciones.

Ahora, si bien estoy de acurdo con casi todo lo que propugna Santi, las formas y su soberbia desmedida LO PIERDEN.

Con sus palabras pusieron en "solfa" una gastronomia que arrasaba, y no era la del Bulli, sino la española.

Hay que ser mas cuidadoso, de hecho, lo habrás notado el cambio, ahora no es tan prepotente.

Gracias de nuevo.

Enrique Becerra dijo...

Es lo que tienen las vacas flacas, Aizcolari; lo que les falta de carne les sobra de humildad.

El tiempo pone a todos en su sitio.

 
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