TURISMO DE CRUCEROS... PESE A LA CRISIS

A los conductores y viandantes que pasaran este jueves por las inmediaciones del muelle de las Delicias les llamaría la atención el colosal crucero que permaneció atracado a puerto desde las 6 a las 18 horas. Se trataba del Deutschland, que hacía escala en Sevilla en un viaje que empezó en Palma de Mallorca y acabará en Santa Cruz de Tenerife. El pasaje, mayoritariamente de nacionalidad alemana, era de alto poder adquisitivo e incluía el rodaje de un capítulo para una serie de televisión germana. Pese a la crisis, Sevilla sigue pujando dentro de sus posibilidades por entrar en el circuito de turismo de cruceros, especialmente interesante por su elevado poder adquisitivo. Es fácil imaginar que las opciones del destino serían mucho mayores si estuviera completada la reordenación del antiguo muelle portuario de las Delicias –ay, el acuario-, si hubiera más oferta complementaria en la zona –fantástica por cierto la iniciativa de Antonio Palomino de llevar, con el patrocinio de Chivas, a sus clientes en barco desde la puerta de su restaurante hasta la plaza de toros. ¿Verdad, Manolo Marchena?- y estuviera operativa la nueva esclusa, lo que permitiría recibir barcos de mayor tonelaje. No se trata de pensar que Sevilla puede recibir al Queen Mary II, pero sí puede jugar sus bazas. El camino está trazado; ahora sólo hace falta que la Autoridad Portuaria, además de la promoción, dé facilidades a la operativa y que atender en tierra un crucero no se convierta para los operadores en una gymkhana de obstáculos.