PASAJEROS A CAMBIO DE DINERO: EL INACEPTABLE CHANTAJE DE LA AEROLÍNEA DE VUELOS BARATOS RYANAIR

Ryanair, la aerolínea irlandesa de bajo coste, ha reabierto nuevamente las conversaciones con las autoridades turísticas de Sevilla a fin de establecer en el aeropuerto de San Pablo su quinta base operativa en España. Leído así suena estupendamente. ¿Quién no querría que, en la actual coyuntura de pérdida de tráfico, el aeródromo hispalense se garantizara la apertura de nuevas rutas? Otra cosa es la letra pequeña de las negociaciones y que la compañía del estrafalario Michael O'Leary no dice. ¿Cuánto quiere que las administraciones públicas le paguen por pasajero transportado? Ya lo intentó Ryanair en 2005, cuando planteó que le pagaran cuatro euros per capita. Con buen criterio, Ayuntamiento y Diputación se negaron a este chantaje, máxime cuando además Ryanair utiliza Sevilla como puerta de entrada para el resto de Andalucía Occidental. Y no ha pasado nada. La aerolínea ha ido abriendo poco a poco rutas internacionales, asumiendo ella íntegramente el riesgo empresarial. Ésa es la regla del libre mercado. ¿O acaso repartiría beneficios con la administraciones en caso de superar sus objetivos? Desde luego, es pertinente apoyar con acciones promocionales el establecimiento de cualquier nueva conexión aérea. Otra cosa es caer en la trampa de pagar por elevar el tráfico de pasajeros en un momento de retroceso. Eso dejaría al destino siempre a merced de la voluntad de la compañía. Sería pan para hoy y hambre para mañana.