FITUR 2010: LA HORA DEL BALANCE

La trigésima edición de Fitur ha cerrado sus puertas con un ligero repunte en el número de visitantes respecto a 2009 y el convencimiento de que lo peor de la crisis económica ha pasado ya. ¿Cuál ha sido del balance de la presencia de Sevilla en el escaparate madrileño? Éstas son algunas conclusiones.

Pocos profesionales en el expositor. Existe la sensación generalizada de que el número de profesionales que ha desfilado este año por el expositor sevillano ha sido bastante inferior al de otras ediciones. Este termómetro no es nada baladí, por mucho que se insista -no sin razón- en que en la feria madrileña no se cierran negocios. Ello contrasta con el aspecto que presentaban otros pabellones provinciales, mucho más animados profesionalmente. ¿Tendrá algo que ver que aquéllos dispongan de bar?

Oferta: más de lo mismo. Acudía el consorcio Turismo de Sevilla a la cita madrileña sin ningún banderín de enganche. Los principales reclamos eran la agenda cultural de la ciudad y el sempiterno proyecto del río. Nada nuevo bajo el sol. Otro año igual. Más de lo mismo. Valoramos positivamente, no obstante, el acto organizado en la Cancillería de Italia en la víspera de la inauguración de Fitur para presentar monográficamente al mercado transalpino la oferta turística sevillana. Lástima que a alguien se le fuera la mano con las invitaciones y hubiera sobreaforo, paliado afortunadamente con la degustación gastronómica servida por siete restaurantes sevillanos. También hay que destacar el buen trabajo realizado por Prodetur en torno al turismo ornitológico, un reclamo seguro.

Políticos de 'turismo' en Madrid. Ni la crisis económica ha dejado en casa a algunos políticos. Ejemplificamos esta afirmación en el caso del ex alcalde y hoy alcaide del Real Alcázar, Antonio Rodríguez Galindo. Sí, al que le crearon la plaza para que pudiera seguir cobrando del presupuesto público tras caerse de las listas en las últimas elecciones municipales y el que no paró hasta aburrir al competente José María Cabeza. ¿Cómo se justifica la presencia de Rodríguez Galindo durante dos días en Madrid? Ah, ya, es que una imagen del palacio medieval era el motivo principal del expositor de Sevilla. No hay nada más que hablar. Más plausible ha sido el ejemplo de la Consejería de Turismo, que dio instrucciones para los delegados provinciales tan sólo estuvieran un día en Madrid. La Diputación, igualmente, también ha recortado este año con buen criterio su comitiva.

La luz del pabellón andaluz. Si bien calificamos de 'gasolinera' el stand de Sevilla cuando se conoció su diseño, lo cierto es que ganaba mucho en la disposición conjunta. Pero, para acierto, el de apostar por el blanco para la moqueta. Ello inundaba de luz el pabellón de Ifema, qué mejor métafora sobre la luz de Andalucía...